Estos derechos se estructuran y se ejercitan mediante diferentes derechos , valga la redundancia , universales de las personas, como son el derecho a la educación, a la libertad de expresión y elección, derecho a la vida, la seguridad, el derecho a formar una familia desde el libre y pleno consentimiento de las parejas, el derecho a un trabajo digno, a la no discriminación por orientación sexual, etc., Todos ellos desencadenan en uno de los derechos más importantes, que además afecta de forma más directa a las mujeres y niñas y que refleja y hace patentes los estrechos vínculos entre desarrollo y salud reproductiva y sexual y la igualdad de hombres y mujeres: los derechos sexuales y reproductivos.
Algunos de los DERECHOS que se han revelado como prioritarios en este siglo son los Derechos sexuales y reproductivos, como INTRINSECOS a los Derechos Humanos. Derecho de la ciudadanía, que al ser ejercidos y reconocidos como derechos, implican que tanto hombres como mujeres cuando los ejercitamos, no debemos sufrir ningún tipo de discriminación, coerción o violencia de parte del Estado u otras entidades, ni de personas o grupos. Por el contrario, el Estado y sus instituciones tienen la obligación de proveer las condiciones para que sean efectivos y para que las demandas ciudadanas en esa materia sean escuchadas.
Sin embargo, las personas en general y las mujeres en particular, encontramos dificultades para ejercer el derecho ciudadano a la salud, derecho que implica exigir al Estado las condiciones sociales y económicas para gozar de condiciones de salud óptimas, responsabilidad de la cual no puede eximirse. Pero la realidad nos muestra todo lo contrario especialmente en los países empobrecidos.
A la vez existen obstáculos de índole cultural y religiosa que impiden a las mujeres, en especial a las más jóvenes, el acceso a la información y orientación en salud necesaria para protegerse de riesgos o para prevenir enfermedades como el SIDA/VIH o ETS, o bien el no uso de anestesia parcial en mujeres que están sufriendo complicaciones de abortos ilegales, los abusos y violaciones sexuales, la selección de fetos masculinos, la MGF, y una larga lista de vulneración de una salud sexual plena, satisfactoria y de derechos que nos hacen reflexionar sobre el tema y planear este tipo de iniciativas.
Actualmente y salvando las distancias, las mujeres del mundo no hemos conseguido que se respete:
- el derecho a ejercer una salud sexual y reproductiva sana,
- el derecho a conocer nuestro cuerpo y cómo funciona,
- el derecho a ejercer una sexualidad sin riesgos ni consecuencias indeseables,
- El derecho a relacionarnos sexualmente con quien deseemos sin ser presionadas ni violentadas, y en el momento que elijamos. Una de cada tres mujeres sufrirá alguna forma de violencia durante su vida y formará parte de una epidemia que devasta vidas, divide comunidades e impide el desarrollo. A pesar de que se han dado algunos avances al respecto durante la última década, la magnitud de este problema sigue en su mayor parte sin reconocerse. Una nueva forma de violencia contra las mujeres es la trata mundial de mujeres y niñas.
- el derecho a buscar y sentir el placer sin culpas, y sin ser catalogadas de “ mujeres fáciles “
- el derecho a decidir el número de hijos e hijas que queremos tener, cuándo tenerlos, o a no tenerlos,
- el derecho a estar bien informadas para regular nuestra fecundidad con métodos eficaces, seguros y asequibles,
- el derecho a recibir una atención de salud de la más alta calidad en el embarazo, parto y en todos los otros momentos de nuestra vida sexual y reproductiva,
- el derecho a compartir las responsabilidades de la sexualidad y la reproducción con la pareja,
- El derecho a protegernos de infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH/SIDA, en especial cuando se trata de mujeres adolescentes y niñas. el derecho a una participación igualitaria de las mujeres en las instancias de decisión en aquellas áreas vinculadas a la salud.
- El derecho a que nuestra vida ni la de nuestro bebe estén en riesgo en cada parto sin asistencia de ningún tipo
- El derecho a que se nos tenga en cuenta ya que posibilitamos un espacio de desarrollo con nuestro triple rol
- El derecho a que no se nos mutile una parte de nuestra anotomía en nombre no se sabe muy bien de que….( MGF)
- El derecho a elegir nuestra pareja e identidad sexual y a no ser discriminadas por ello.
- El derecho a condiciones laborales seguras y que no atenten a nuestra integridad psicosocial y física ( abusos y acosos)
- El derecho a una paternidad/maternidad responsable, en sociedades que velen por la integridad de las personas y de conciliación de vida familiar y el trabajo.
Esto sucede en concreto en los países que desde Haurralde elegimos como focos de intervención de nuestro proyecto: Angola, Mozambique, Nigeria, Burkina Faso, Mali, India, Bolivia, México, Republica Dominicana, Haití, Argentina…
El acceso universal a la atención de la salud reproductiva, incluida la planificación familiar, es el punto de partida para la salud materna. Es particularmente importante atender las necesidades de los millones de jóvenes que están a punto de comenzar su vida reproductiva. En la actualidad hay 200 millones de mujeres que no cuentan con los servicios anticonceptivos seguros y eficaces que necesitan (FNPA, 2009).
Tenemos en cuenta desde Haurralde además , que los derechos sexuales y derechos reproductivos aún no se han logrado de forma similar en los países europeos, existiendo notorias deferencias en cuanto a legislación, aplicabilidad, atención y sensibilización en el tema.
Gracias a un instrumento marco como la CEDAW, poco a poco van introduciéndose pequeñas mejoras, en parte por las propias directrices de la CEDAW a los países , en parte por el inestimable aporte de las organizaciones sociales en la presentación de informes “sombra” que nos permite refutar los informes generalmente poco críticos y positivos de los gobiernos .
Desde estos PROBLEMAS detectados, planteamos estrategias de trabajo en las siguientes direcciones:
- Mejorar la capacitación de los y las actoras del desarrollo y la Educación al Desarrollo, buscar alternativas viables de trabajo conjunto, crear espacios desde donde se promuevan los derechos de las mujeres en salud sexual y reproductiva, concienciar a la población sobre la actual vulneración de estos derechos y elaborar materiales didácticos para la continuidad de las acciones de sensibilización en la mayor cantidad de contextos posibles.
- Mejorar las acciones de desarrollo con nuestros socios /as locales en los países del Sur, incluyendo en agenda esta problemática, y realizando un trabajo conjunto que permita lograr resultados en los derechos en salud sexual y salud reproductiva de niñas y mujeres.
- Potenciar a nivel local e internacional espacios de incidencia política, desde donde las organizaciones sociales, desde su más amplia diversidad, ONGd, organizaciones de mujeres, de inmigrantes y otras, podamos trabajar en RED. Y reivindicar los espacios de salud y derechos que aún no hemos conseguido sean agenda de interés político.